Me llamo Haleza, mis amigos me dicen Alex, soy muy extrovertida, tímida, divertida y original. Esa es la causa de mis enemigos. La banda de porristas de la escuela. Todas con sus uniformes, parecen clones. Ninguna es original. Y solo tienen un objetivo: acabar conmigo.
Gracias a ella, todos los momentos de mi vida son y fueron horribles, menos uno. El momento en el que él se presentó. En el que nos enamoramos. Todo iba tan bien. Hasta que murió. Todo pasó tan rapido...
Eran las seis de la tarde, él vendría a las seis de la tarde a mi casa. Pero no se presentó.
"¿Dónde está?" Me preguntaba. Decidí ir a su casa, era grande, hermosa y tenía tantas cosas.
Abrí la puerta y grité:
- ¿David?
Nadie respondió.
Fui hacia su habitación, pero no había nadie. Entonces, lo ví. Estaba allí parado frente a la puerta, mirandome.
- Tengo que irme - Dijo.
- ¿Por qué?
- Porque sí... No tengo tiempo para decirte... Y creo... que... emm... - Una lágrima cayó de sus ojos - Nunca volveré...
- ¿¡Qué!? No puedes irte así nada más. Tienes que decirme - Dije sollozando. Fui hacia la puerta y bloquee el paso.
- ¡Te dije que no puedo decirtelo! Dejame salir.
- ¡No!, no quiero perderte. Eres lo unico bueno que me ha pasado. Por favor dime...- Bajé la cabeza, ví como cada una de mis lagrimas caía al piso.
- ¡NO PUEDO DECIRTE! ¡YA DEJAME, LO HAGO POR TU BIEN! - Me apartó de la puerta y se fué.
Yo caí al piso, me acurruqué en él y seguí llorando.
No puedo recordar esos momentos... Ya no... Han pasado años... Y si hago esto... Nunca podré liberarme de su sombra.
El despertador sonó, eran las siete y media de la mañana, tenía que prepararme para ir al colegio. Yo lo llamaba 'El infierno'. Lo unico que conseguía allí eran toneladas de críticas sobre mi personalidad.
Desayuné, me vestí, tomé mis llaves, la mochila y fuí allí.
Cuando entré, todos se me quedaron mirando. Era lo común. Segundos después todos reían, menos yo. Estaba arta. Pensaba '¡Matenme!'. Ya no soportaba más todo esto.
Corrí hacia mi casillero, dejé mis libros, menos el de matemáticas y fuí hacia el aula.
Al llegar, me senté en mi banco, el mismo de siempre, nadie quería cambiar de lugar conmigo, ni mis propio amigos, Bella y Jhon.
- ¿Quién te dijo que podías sentarte ahí? - Dijo Caroline.
- Es mi banco. Y yo me siento donde quiero.
- No lo creo, aca mando yo. Tienes dos opciones: Hacerme caso o sufrir las consecuencias.
- No haré lo que me digas, me da igual.
Ella fue hacia donde yo estaba y dijo:
- Tenes algo en el pelo...
- No tengo nada.
- ¿A no? ¿Y qué es esto? - Dijo en el momento que rompía un huevo en mi cabello.
CONTINUARAAAAA! :P Entiendan que los primeros capitulos de las novelas no son lo mas. Pero ay verán que se pondra mejor xD
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